COVID-19 continuará propagándose en diferentes niveles en nuestras comunidades y aún ocurrirán brotes.
Las máscaras son una de las medidas individuales de salud pública más efectivas que podemos usar para protegernos a nosotros mismos y a los demás del COVID-19.
Cuando se combina con otras medidas de salud pública, una máscara bien construida, ajustada y usada correctamente puede ayudar a evitar lo siguiente:
● contraer COVID-19
reducen la cantidad de partículas respiratorias infecciosas que inhala
● propagar el COVID-19 a otros
contienen las partículas respiratorias infecciosas que produce si está infectado, incluso si no tiene síntomas
A más largo plazo, puede haber situaciones en las que necesitemos confiar mucho en el enmascaramiento.Por ejemplo, cuando hay:
● son brotes
● es una nueva variante de preocupación
● hay altos niveles de casos de COVID-19 en su comunidad